No sé cómo será el verdadero infierno, el que llega después del juicio final, ese “lago de fuego que arde con azufre” donde habrá tormentos de “día y noche por siempre jamás”. Y claramente no quiero saberlo. De solo imaginarme el “lloro y el crujir de dientes” que habrá en ese “horno de fuego”, se me rompe el alma.
Lo que sí sé es que si nos desviamos del camino, comenzamos a vivir una especie de infierno en la vida. Basta con imaginarse las consecuencias de una infidelidad descubierta, de una separación familiar, de vivir en bancarrota y perder lo que durante años se construyó por culpa de malas decisiones financieras, de quedar atrapado entre la droga, el alcohol y la promiscuidad. Suena terrible.
Hay otro tipo de infierno en el que podemos caer en vida, uno que podría ser aún más peligroso que el anterior, pues llega de manera sutil e inesperada, y si no estamos atentos y aferrados a Dios, vestidos con Su armadura celestial, nos termina arrastrando hacia las mismas consecuencias descritas en el párrafo de arriba.
Como cristianos siempre queremos hacer la voluntad del Señor y seguir sus pasos, pero estamos en un mundo complejo que cada día se aleja más de Él, y debido a eso a veces tenemos que hacer cosas que no son malas en sí mismas, pero que abren una puerta hacia esa posible caída. Alejarse de la familia por un viaje de trabajo de 2 o más días, por ejemplo, es una situación que puede resultar problemática. Tiene sentido: Dios creó la familia y en Su plan original, divino, la familia siempre debe permanecer junta. Además, desde mi punto de vista personal, alejarme de mi familia es un acto que constituye en sí mismo una especie de infierno: ellas son mi cielo en la tierra, a través de ellas es como mejor experimento el amor de Dios y siento la justificación que Cristo me regaló a través de su sacrificio en la cruz. Estar sin ellas es desolador.
Para muchos será una situación fácil de manejar o muy sencilla, que no reviste mayor misterio. Para mí, que gracias a Dios llevaba muchísimos días sin tener que alejarme de ellas de esta manera, en principio era igual, pero al cabo de incluso solo unas horas, empecé a experimentar batallas que creía ganadas. La tentación empezó a tocar mi puerta en forma de licor, droga, deseos carnales y aunque al principio hasta me reía de la situación, al final del día terminé turbado y confundido.
En momentos como ese recordamos con intensidad la Gracia de Dios, que vino no solo para rescatarnos una vez sino muchas veces, las que sean necesarias, como gracias a Dios ocurrió nuevamente en esta ocasión. Y entonces entendí que no estar rodeado de mi hermosa familia me hace más débil. Esto me causó un poco de desasosiego, pero entonces recordé algo más bello que de inmediato me causó un todo de sosiego: yo tengo a Jesús en mi corazón y si lo tengo a Él, lo tengo todo. Claro, me falta mi familia y eso me aflige, pero tengo a Jesús y eso me restaura. “Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece”.
‘Pues le he dado descanso al fatigado y al afligido, alegría». ‘
Jeremías 31:25
https://my.bible.com/bible/127/JER.31.25
Simple, Racional y Glorioso
El pastor Jack Hibbs lidera la iglesia a la que asiste la persona que Cristo puso en mi camino el domingo 1 de mayo de 2022 para traerme a sus pies. Ese día, sin yo saberlo claro, Jack terminaba una serie de 3 prédicas que llamó: La Verdad sobre el Evangelio de Verdad, en las que concluyó que el Evangelio es Simple, Racional y Glorioso. Sin profundizar en el porqué de esa conclusión, lo cual no es el objeto de este devocional, traigo esto a colación porque luego de haber sido restaurado por la presencia de Jesús en mi corazón, entendí sus palabras.
Entendí que la manera humana de compensar esa debilidad que estaba sintiendo por la ausencia de mi familia estaba al alcance de mi boca de una manera simple: “solo” tenía que entrar en oración y cantar alabanzas, leer la Biblia y buscar al Consolador, el Espíritu Santo que Jesús nos envió luego de su ascensión a los cielos, donde está sentado a la derecha del Padre.
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
S. Juan 14:26 RVR1960
https://my.bible.com/es/bible/149/JHN.14.26.RVR1960
¿Qué ganas de tomar licor voy a sentir mientras hago todo esto? ¡Cuán fácil se alejan las ganas de consumir droga mientras oro! No hay forma de mirar con codicia a una mujer ajena mientras medito en los frutos del Espíritu Santo. Es racional y lógico, tiene todo el sentido del mundo que esto suceda así.
‘Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. ‘
Gálatas 5:22-25
https://my.bible.com/bible/149/GAL.5.22-25
Es asombroso pensar en que todo esto termina siendo para la gloria de Dios. Solo Él puede convertir una situación que se acerca al riesgo de pecar en un acto de amor puro que nos trae de vuelta a su senda de manera milagrosa, sin requerir de nosotros mucho más que un corazón dispuesto a dejarlo actuar.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
2 Corintios 12:9 RVR1960
https://my.bible.com/es/bible/149/2CO.12.9.RVR1960